Fotografía de Eva K.
Herrerasaurus es un género representado por una única especie
de dinosaurio
saurisquio
herrerasáurido, que vivió en el Ladiniense,
a finales del período Triásico
medio, hace aproximadamente 231,4 millones de años, en lo que hoy es
el noroeste de Argentina. La especie tipo,
Herrerasaurus ischigualastensis,
fue descrita por Osvaldo Alfredo Reig en 1963 y es la única especie asignada al género.
Durante muchos años, la clasificación de Herrerasaurus no fue clara, ya que la
descripción del animal se basaba en unos pocos restos. Esto conllevó la emisión
de diversas hipótesis taxonómicas
encuadrándolos como un terópodo basal, un sauropodomorfo
basal, un saurisquio
basal, o inclusive un no dinosaurio. Sin embargo, con el descubrimiento de un
esqueleto completo con la cabeza, Herrerasaurus
fue clasificado como un terópodo temprano o un saurisquio temprano en por lo
menos cinco exámenes recientes de la evolución de los terópodos. Este reptil bípedo
de tamaño mediano es un miembro de Herrerasauridae,
un grupo de animales similares que estaban entre los dinosaurios de la más
temprana radiación de los dinosaurios.
Herrerasaurus es uno de los dinosaurios más primitivos de los que
se tengan registros. Presenta un tamaño medio, con el fémur de unos 50 centímetros
de longitud, y un largo total de entre 3 y 6 metros,
y una altura a las caderas de 1,1 metros, llegando a pesar entre 210 a 350 kilogramos.
El mayor espécimen en un principio fue considerado un género separado, Frenguellisaurus,
cuyo cráneo medía unos 56 centímetros de largo. Posee una mezcla de
características primitivas y derivadas que confundieron a los primeros
estudiosos de este saurisquio acerca de su posición sistemática y sus relaciones filogenéticas.
El cuello del Herrerasaurus no muestra signos de elongación.
Es bastante corto y fuerte. En las vértebras dorsales están presentes algunos
rasgos derivados interesantes, por ejemplo los centros vertebrales son altos y
cortos, y la morfología derivada del arco neural, con espinas más bien
cuadradas, con un engrosamiento dorsal. Estos rasgos indican que Herrerasaurus
tenía características derivadas especiales y únicas en la columna vertebral. El
Hueso Sacro es primitivo por las pocas vértebras
que lo integran, solo tres. La reducción del tamaño de la cintura pectoral,
muestra la lámina escapular angosta y corta, pero con un área
coracoide-acromial expandida.
Cráneo
El cráneo es estrecho y largo y carecía de casi todas
las especializaciones que caracterizaron a los dinosaurios posteriores, no tan
diferente al de los arcosaurios anteriores como Euparkeria.
Está provisto de una región preorbital, un hocico bien desarrollado, que
representa más de la mitad del largo del cráneo. Posee cinco pares de aberturas
en el cráneo, un par son las oculares y otra las abertura nasales. Entre estas
hay una fenestra antorbital
bien desarrollada y dos aberturas pequeñas, de un centímetro de largo con forma
de ojal llamadas fenestra promaxilar.
detrás de los ojos hay una gran fenestra infratemporal.
Estos huecos ayudan a reducir el peso del cráneo. La abertura preorbital es
proporcionalmente grande y la proyección dorsal del maxilar muy ancha y fuerte,
con un largo contacto con el nasal. El premaxilar es también fuerte con un
contacto extenso pero no rígido con el maxilar. La abertura nasal externa es
angosta.
Herrerasaurus poseía una articulación flexible entre los huesos
dentarios y postdentarios, esto permitió que el animal resbalara su quijada
inferior hacia adelante y hacia atrás y dar una mordedura de compresión. La
especialización craneal es inusual entre los dinosaurios pero se ha
desarrollado independientemente en algunos lagartos.
La parte posterior de la quijada inferior también tenía ventanas. Las mandíbulas
fueron equipadas de los dientes serrados grandes para morder y comer carne, y
el cuello era delgado y flexible. Los dientes superiores forman una larga
hilera, de unas 20 piezas. Aquellos del premaxilar y de la porción anterior del
maxilar son de tamaño medio, pero siguiendo hacia atrás hay de 4 a 5 dientes
grandes y fuertes caniniformes, justo debajo de la fuerte proyección dorsal del
maxilar. La hilera superior de dientes es completada por unas 10 piezas mucho
más pequeñas que se extienden hasta debajo de la órbita. A raíz de estos
caracteres se puede inferir que la acción de atrapar y matar a la presa era
trabajo de los dientes anteriores. La región temporal del cráneo es primitiva,
con una cresta parietal larga y baja, una gran abertura supratemporal y una
abertura infratemporal ancha y alta, con el cuadrado casi vertical.
Fotografía de Joerim
Extremidades
El tamaño relativo de los miembros anteriores sugieren
que era de hábitos mayormente bípedos. EL antebrazo y el brazo son cortos, con
unas manos largas. Esta poseía tres dedos alargados, el tercero es el más largo
con fuertes garras que se cerraban sobre la palma permitiéndole tomar a sus
presas, los dedos IV y V son muy pequeños y sin garras. Lo cual represente una
forma primitiva en algunos dinosaurios terópodos
como los Herrerasáuridos y algunos Abelisaurios.
Herrerasaurus era bípedo. Tenía
miembros traseros fuertes con un corto muslo y los pies algo largos, indicando
este animal era un probable corredor rápido. La cola le daba equilibrio, se
atiesaba parcialmente traslapando procesos vertebrales, también indica una
adaptación para la velocidad. En la extremidad posterior, los metatarsos
muestran un buen grado de superposición. Los metatarsos de los dedos I y a
pesar de estar bien desarrollados, son muy reducidos en grosor y longitud
respecto a los metatarsos II, III y IV. Esto probablemente significa que sus
pies eran funcionalmente tridáctilos.
Fotografía de eva K.
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